Nota editorial: Esta es una colaboración especial con la clase de español avanzado de la escuela secundaria de Marshalltown. Se le quiere agradecer a la escritora, Alexia García, por su contribución al periódico estudiantil y dedicación al escribir su relato.

–Hija ven– se escucha todo el día por toda la casa. Aunque la familia tiene cuatro hijas la mayor sabe que se están refiriendo a ella. La mayor en una casa hispana siempre ha tenido que ser el pegamento que mantiene la casa junta. Es la primera en ser llamada si necesitan algo o la que puede calmar cualquier drama en la casa. E incluso es la primera que cae por todos los problemas de sus hermanas, aunque ella no sea la culpable. Si su padre está enojado es la primera en tomar las “pedradas’’, y si trata de defender su perspectiva de la historia es callada y mandada a su cuarto. Incluso su madre no está a su lado, pero es la primera en disculparse con ella. 

Desde chiquita la mayor trata de desaparecer para parecer que no está, pero siempre la encuentran. Ha aprendido a observar las maneras que las personas platican y se mueven. Si piensa que una persona está enojada o triste, trata de arreglar la situación. Esto es porque quisiera que alguien se fijara en ella; tener su atención. Pero es difícil saber que la mayor está cansada porque se presenta como si todo estuviera bien. Sus hermanas incluso dicen que es perfecta. Pero si ellas supieran sobre lo que pasa en la mente de la mayor no creyeran que es perfecta. Los padres la comparan  sus hermanas con ella. A ella no le gusta esta comparación porque causa conflictos con sus hermanas. Ve a sus hermanas y desea que no se sientan como ella algún día. 

La hija mayor apenas tiene 16 años, pero ella se siente mayor de lo que es. Trata de llenar su horario de actividades que la mantengan ocupada. Trata de evitar estar en su casa por mucho tiempo y estudia en su cuarto el tiempo que está en casa. Pero esto causa que se sienta sola. Siente que no tiene a alguien en quien confiar.  Y se siente más sola cuando le está preguntando a otras personas si ellas están bien, aunque ella no esté bien.

Pero, aunque sepa todo lo que pasó y pasa ella todavía ama a su familia. Y no les desea nada malo. También le encanta cuando sus padres tienen sus días buenos y se siente un poco más relajada. Se asegura de siempre estar allí por quien sea y mantener sus calificaciones. También se asegura de no desanimar a nadie o causar algún problema en casa.