Desde que la Junta de Regentes aprobó la compra por UNI de The Quarters, la universidad adquirió las instalaciones y empezó la transición de The Quarters a ser parte de UNI. Tanto estudiantes como no estudiantes han notado cambios en las instalaciones, expresando que, aunque aún están bajo contrato de arrendamiento con The Quarters, no anticipaban tener un contrato de arrendamiento con la universidad.
Haley Mastin, estudiante de educación primaria de UNI y residente de The Quarters en este momento, eligió vivir en The Quarters porque sentía que ya había pasado tiempo suficiente viviendo en el campus. Pero, con la adquisición de las instalaciones por parte de UNI, Mastin dijo que ella buscará un lugar nuevo para vivir en otoño. “Una de mis compañeras de cuarto y yo ya teníamos dudas sobre si renovar nuestro contrato de arrendamiento o no de todas formas, y ahora queremos salir; sinceramente, no queremos seguir aquí”, dijo Mastin. “Ya pasé mi tiempo en el campus, tengo 21 años, quiero vivir mi vida, quiero ser una universitaria”.
Harlie Miller, también estudiante de educación primaria de UNI, se hizo eco de los sentimientos de Mastin en torno a volver a The Quarters. “La mayoría de los estudiantes que viven aquí querían salir del campus, y ahora estamos de vuelta en el campus”, dijo Miller. “Junto con eso, los no universitarios no pueden vivir aquí y dos de mis compañeros de cuarto no son estudiantes. Una había planeado vivienda aquí el próximo año, pero ahora ella no puede y tiene que encontrar una nueva vivienda“.
Tanto Mastin como Miller hablaron de los cambios inmediatos que vieron en torno a las instalaciones, desde cambios en comodidades hasta cómo los residentes pagan el alquiler. “Se han llevado la cama de bronceado”, dijo Mastin. “Es más decepcionante que cualquier otra cosa, Yo personalmente no la usaba, pero, para otros que lo hacían, eso podría ser molesto”. Mastin también señaló que las computadoras Apple que los residentes podían usar para imprimir también habían sido sacadas, y ella asume que la universidad las reemplazaría con las impresoras portátiles que hay en el campus. “Es más, estas son comodidades a las que nuestro contrato de arrendamiento decía que tendríamos acceso, y ahora que The Quarters está bajo la universidad, algo sobre lo cual no se preguntó a los residentes, no tenemos acceso a ciertas comodidades al que estaban originalmente en nuestro contrato de arrendamiento”, Mastin dijo. Miller discutió que el portal para residentes que The Quarters usaba originalmente había sido reemplazado por un portal que era confuso y difícil de usar, especialmente para los residentes de The Quarters que no son estudiantes, y que los recargos por demora en los pagos del alquiler han “subido hasta los $60”. Mastin añadió a esto, señalando que los residentes que no son estudiantes han tenido problemas para recoger paquetes.
Sophie Serrano, estudiante de UNI y residente de The Quarters, dijo que la adquisición de The Quarters hace que los residentes se sientan más limitados. “Siento que esta compra va a alejar a muchos estudiantes de vivir en The Quarters ya que tantos estudiantes vienen aquí para tener un poco más de libertad”, dijo Serrano. “Con la compra por parte de la universidad siento que va a haber mucha menos libertad”. Mastin dice que, de acuerdo con las comunicaciones de University Housing and Dining, la universidad anticipa una afluencia de estudiantes que quieren firmar un contrato de arrendamiento con The Quarters. “Aparentemente hay una lista de espera. Lo creo y lo no creo”, dijo Mastin. “Hay personas que quieren vivir en el campus y hay personas que quieren su propio lugar… este era casi el lugar perfecto”.
Tanto Serrano, como Miller y Mastin, comentaron que deseaban que la adquisición hubiera tenido lugar al final del año académico, en lugar de tener lugar en el medio del semestre, afectando al día a día de sus vidas. “Es mucho para la gente en la escuela preocuparse por ‘Oh, Dios mío, ¿cómo pago mi alquiler ahora? ¿Llegaré tarde si no puedo copmprender el portal?'”, dijo Mastin. Miller agregó que estos problemas le han hecho cambiar su opinión sobre The Quarters en su conjunto, y eso está contribuyendo a su evaluación sobre la renovación de contrato de arrendamiento. “No he renovado mi contrato de arrendamiento porque, debido a todas esas diferencias, ya no me interesa vivir aquí”, dice Miller. “Lo pensé antes de la compra por UNI. The Quarters te hacía sentir como un hogar en lugar de sentirte como si estuvieras de vuelta en el campus”. Ahora, Miller y Mastin están de acuerdo en que The Quarters se siente más como el campus que como un hogar para ellos. Según Miller, “… Los policías patrullando, sin acceso a impresoras, no hay reuniones comunitarias, menos respuestas de la oficina, no hay check-in…”, han contribuido a que los residentes actuales se sientan como si estuvieran de vuelta en el campus, después que los residentes como Miller, Mastin y Serrano firmaran con The Quarters para vivir fuera del campus a propósito.
Pete Moris, director de relaciones públicas de UNI, dijo al Northern Iowan en enero que la adquisición está destinada a servir a los estudiantes y proveer una variedad más amplia de vivienda en el campus, y que la universidad está trabajando para hacer la transición lo más fácil posible para los residentes. “Los residentes actuales no verán muchos cambios en los términos del resto de su contrato de arrendamiento”, dijo Morris. “Queremos que la transición sea lo más sencilla posible para todos. Una vez que tomemos posesión física de las instalaciones… los residentes no deberían notar muchas diferencias”.
La universidad sigue en contacto con los residentes actuales con relación a los cambios en las instalaciones y sus contratos de arrendamiento. En el correo electrónico más reciente enviado por UHD, se enumeran las opciones para los residentes estudiantes y no estudiantes para el semestre de otoño. Detalla que los residentes que no son estudiantes no son elegibles para renovar su contrato de arrendamiento para el semestre de otoño, y que aquellos que hayan renovado previamente su contrato de arrendamiento pueden ponerse en contacto con la oficina de vivienda para rescindir su contrato de arrendamiento. Tanto para los residentes estudiantes como para los no estudiantes, aquellos que envíen un correo electrónico a la oficina para el 28 de febrero pueden recibir reembolsos por cualquier alquiler pagado por adelantado.